El aire que respiramos es 21% de Oxígeno y 79% Nitrógeno. Bueno casi, pero para fines del buceo está bien esas proporciones. Recordando la Ley de Dalton que dice algo así como :
La presión de una mezcla de gases, que no reaccionan químicamente, es igual a la suma de las presiones parciales que ejercería cada uno de ellos si sólo uno ocupase todo el volumen de la mezcla.
Entonces a una atmósfera de presión, (1 ATA) la presión parcial del Nitrógeno es de 0.79 Bar o ATA, y el oxígeno de 0.21 Bar.
El nitrógeno es un gas Inerte y el oxígeno es lo que nos mantiene vivos. Pues resulta que el oxígeno se vuelve tóxico entre a 1.4 - 1.6 Bares de Presión Parcial. El nivel de toxicidad también está relacionado con el tiempo de exposición.
La presión parcial de 1.6 Bares se alcanza a los 66 m de profundidad
No es tanta casualidad de Jaques Custeau estuviera probando los límites del buceo autónomo a 63 m de profunidad.
Por el otro lado, si la presión parcial de oxígeno cae por debajo de 0.16 Bar , entonces no es suficiene para sostener la vida y comienzan los problemas de la hipóxia.
El nitrógeno de la mezcla presenta problemas a elevadas presiones parciales de Narcosis.
Es por esto que para buceos muy profundos más allá donde el aire se volvería tóxico, el buzo debe llevar mezclas con menor cantidad de oxígeno (para usar en las zonas de mayor profundidad) en las que el nitrógeno es parcialmente reemplazado por otros gases inertes que presenten menor problema de narcosis, como por ejemplo el Helio.
El problema es que estas mezclas por el bajo contenido de oxígeno, pueden ser hipóxicas en profundidades menores por lo que el buzo requiere llevar además otras mezclas y cambiar de mezcla a diferentes profundidades.