Pilar Luna. Madre de la Arqueología Subacuática en México QEPD

Pilar Luna Pionera en la Arqueología Subacuática en México.

1944 - 2020

“Su labor abrió camino a las mujeres en este campo y le mereció reconocimientos nacionales e internacionales”

La arqueóloga Pilar Luna Erreguerena nació en el puerto de Tampico, México. Desde 1980 es la jefa de Arqueología Submarina del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Dirigió varios proyectos en aguas continentales y marinas dentro de México, y participó también en investigaciones internacionales.

Miembro de varios consejos nacionales e internacionales, entre los que se encuentran el ICOMOS, el Consejo Consultivo de Arqueología Subacuática (ACUA), el Comité de la UNESCO de la Sociedad de Arqueología Histórica (SHA) y el Asesor de Subvenciones Internacionales de la National Geographic Society. Formó parte de la delegación mexicana ante la UNESCO para todo lo relacionado con la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de 2001.

En enero de 1997, recibió un Premio al Mérito del CSA en los Estados Unidos de América, por “ser pionera en el reconocimiento, exploración y preservación del patrimonio arqueológico subacuático de México”

Es autora de múltiples artículos que han sido publicados en revistas y libros especializados, ha presentado numerosas conferencias en México y en el extranjero, y ha concedido entrevistas a los medios de comunicación.

Hacia 1971, cuando todavía estudiaba en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, Pilar Luna Erreguerena se planteó por vez primera cuál sería su especialidad tras terminar su carrera: “En cuanto terminó la clase del profesor Matos, crucé corriendo el vestíbulo del Museo Nacional de Antropología, que entonces alojaba a la ENAH en su ala derecha y a la biblioteca del instituto en la izquierda, para conocer más acerca de aquella disciplina que parecía combinar las dos grandes pasiones de mi vida: la arqueología y el agua”

En 1974 participó en un primer proyecto de búsqueda submarina de artefactos mayas en la laguna de Chunyaxché, en Quintana Roo, y cuatro años después, le escribió a George F. Bass, reconocido como el Padre de la Arqueología Subacuática, solicitándole que impartiese un primer curso especializado en México, con sede teórica en la ENAH, y práctica en la Laguna de La Media Luna , en San Luis Potosí.

Así comenzó una larga vida de entrega a la arqueología subacuática, la primera en su campo en nuestro país, que desarrolló casi hasta el último de sus días: casi medio siglo de trabajo, cuya “destacadísima labor abrió camino a las mujeres en este campo y le mereció reconocimientos nacionales e internacionales”, escribió Alejandra Frausto, secretaria de Cultura del Gobierno de México, al lamentar su fallecimiento.

Una especialista interesada en el desarrollo de proyectos de investigación tanto en aguas marinas como continentales, con un enfoque multidisciplinario, interinstitucional y con la participación de especialistas nacionales y extranjeros; incluso, desde que en febrero de 1980, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) formalizara la creación de su Departamento de Arqueología Subacuática, y hasta abril de 2017, la subdirección estuvo a su cargo.

Pilar Luna recibió distintos reconocimientos, tanto de la Sociedad de Arqueología Histórica de Estados Unidos, como de la Sociedad Geográfica Española, aun cuando quizá una de sus principales luchas haya sido la de enfrentarse a infinidad de “cazatesoros”, algunas de ellas muy poderosas económicamente, por lo que hubo épocas en la que solía acompañarse de su carta de renuncia.

Fuente: Milenio, Waitt Institute

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