Un perfil inverso en términos llanos, es aquel en el que buceamos la primera o primeras etapa(s) del buceo a menor profundidad y la segunda o posteriores a mayor profundidad.
Perfil Normal: (La zona más profunda primero)
Perfil Inverso: (La zona más profunda después)
Los perfiles inversos los podemos dividir en:
1.- Perfiles inversos de único buceo:
En este caso no he encontrado mucha literatura, pero un análisis hecho en Subsurface sobre los dos buceos de las láminas anteriores, en donde ambos tienen una zona de 15 metros por 10 minutos y una de 30metros por 10 minutos con la única diferencia del orden en que se producen.
Nos muestra claramente que en el caso del perfil normal, el factor gradiente de salida es 67% (del valor M) y en el perfil inverso es de 87%
Esto muestra claramente que es más inseguro bucear un perfil inverso.
Y no es sorpresa ya que en el perfil normal el tiempo que se toma en la zona menos profunda sirve como una “parada de descompresión” permitiendo a los tejido más saturados comenzar la eliminación del gas inerte.
2.- Perfiles inversos en buceos de repetición:
Hasta hace poco tiempo, las inmersiones de perfil inverso en buceos de repetición, se consideraban en los círculos de buceo recreativo como una práctica extremadamente mala y un comportamiento de alto riesgo desde el punto de vista de la descompresión.
Los análisis recientes de la cuestión han demostrado que esta restricción del buceo de perfil inverso no tiene una base real.
Lo que es bastante notable sobre el tema de estos perfiles inversos es que nadie parece saber por qué esta directriz está en vigor y de dónde proviene. Parece que la regla contra los perfiles inversos comenzó por razones de eficiencia en el tiempo y luego, con el tiempo, se distorsionó hasta convertirse en un mito urbano sobre la seguridad del buceo.
La primera recomendación documentada de realizar primero la inmersión más profunda se remonta a un manual publicado por PADI en 1972. En cada manual PADI posterior la regla se repite en términos cada vez más fuertes hasta 1999 donde se afirmaba claramente que las inmersiones de perfil inverso tienen una alta incidencia de enfermedad de descompresión. La influencia del sistema PADI ha hecho que, con el paso del tiempo, otras publicaciones y manuales de capacitación hayan recogido la recomendación y la hayan reforzado hasta el punto de que se convirtió casi en una regla de oro. Posteriormente, PADI ha dejado claro que no hay registros dentro de la organización que apoyen ni la declaración inicial ni los refuerzos posteriores.
En 1999 se celebró un taller sobre perfiles de buceo inverso con la intención de llegar a una conclusión sobre los riesgos del buceo de perfil inverso. El taller fue organizado por la Academia Americana de Ciencias Submarinas (AAUS). Al analizar los datos de buceo presentados, concluyeron que los algoritmos de descompresión y las computadoras de buceo manejaban adecuadamente la cuestión de los perfiles inversos en situaciones de la vida real.
Sin embargo, varios de los investigadores involucrados en las teorías de los modelos de burbujas tenían serias reservas acerca de una completa retracción de las advertencias contra la realización de perfiles inversos. Según estos investigadores, los modelos de burbujas muestran que realmente puedes tener problemas en un perfil de inmersión inversa mal planeada o ejecutada.
Conclusiones:
Por lo tanto los investigadores de modelo de burbujas obtuvieron la concesión de que se considerara que la diferencia de profundidad entre las inmersiones repetitivas sea de 12m/40’ o menos.
Otro punto de acuerdo final fue que el límite de inmersión deportiva de 40m/130 fsw debía aplicarse a cualquier relajación de las prohibiciones actuales de inmersión de perfil inverso.
Fuentes:
- Deco For Divers, Mark Powell
- Blue Planet Divers
- El buceo nuestro de cada día.