Lecciones de Vida: Buzo Inexperto Se Ahoga en Caverna

Rex estaba seguro que su experiencia buceando en pecios y arrecifes sería suficiente. Después de todo no era la primera vez que se aventuraba dentro de algo con techo sobre su cabeza.

Rex Decidió tomar un vistazo dentro del sistema de cuevas que se encontraban en el mismo lago en que estaba buceando. Estaba obscuro, pero el tenía una pequeña lámpara que mantenía en la bolsa de su BCD (chaleco compensador) y que casi había olvidado que traía. Rex pensó que el sistema de cuevas estaba muy padre hasta que volteó y no pudo ver la salida.

EL BUZO

Rex tenía 47 años, con una certificación de Buzo de Aguas Abiertas Avanzado. Tenía un par de especialidades, pero no tenía entrenamiento en buceo de cuevas, cavernas o ambientes con techo. El tenía algunos cientos de buceos a lo largo de 10 años; La mayor parte de su experiencia venía de buceos desde embarcación en Florida y el Caribe.

El BUCEO

Rex conoció tres amigos en un sitio de buceo de aguas abiertas en el que los instructores locales usaban para entrenamientos básicos. Era un manantial de agua dulce con un lago que los buzos podían explorar. El dueño del manantial había instalado plataformas que los buzos usaban para practicar habilidades, y también instaló aros para practicar el control de flotabilidad.

Hacia uno de los lados, el manantial salía de una cueva. había una caverna donde los buzos podían nadar mientras mantenían el lago tras de ellos mientras experimentaban la sensación de las rocas de la cueva y el techo sobre ellos. Más allá de esa zona los buzos con entrenamiento correcto podían entrar en un sistema de cuevas que se expandía.

Antes de que a Rex y a sus amigos les dieran el acceso a bucear en el lago, el operador les había dicho a los cuatro y les había advertido que se mantuvieran alejados de la cueva, recordándoles que muchos buzos habían muerto por haber entrado sin el entrenamiento, preparación y equipo adecuado.

Rex y sus amigos firmaron la responsiva y acordaron tomar responsabilidad de sus acciones y que habían sido advertidos de no meterse a la cueva. Les dijeron que no tenían permitido llevar lámparas en el buceo como una medida última para mantener a los buzos inexpertos fuera de la cueva.

EL ACCIDENTE

Después de un par de vueltas alrededor de la zona de aguas abiertas, Rex se comenzó a aburrir con el buceo. No había mucho que ver o hacer y el no estaba interesado en practicar el control de flotabilidad nadando a través de los aros. El comenzó a sentir curiosidad por la cueva y recordó que traía una pequeña lámpara en su BCD. Mientras sus amigos intentaban ver que tan cerca podían estar de un aro sin tocarlo, el decidió alejarse y explorar la cueva. El pensó a si mismo que solo iría a la entrada para ver cómo era. Seguramente no podía ser mucho más diferente que entrar a un barco hundido pues también ahí tenía un techo cuando lo hizo.


Rex ignoró la señal de advertencia que se encontraba justo en la entrada de la cueva. Le costó un poco de trabajo pasar por la entrada pues el agua que salía de la cueva empujaba contra el. Conforme entraba, Rex tomó un momento para ajustar su vista a la obscuridad mientras alumbraba con su lámpara a la primer abertura de la cueva. No había mucho que ver en esa primer bóveda, pero sabía que la cueva se abría un poco más adelante. Había visto las fotos en la tienda de buceo. Rex aleteó más adelante, viendo los túneles en que derivaban a izquierda y derecha, alumbrando con su pequeña lámpara para ver qué podía ver. Después de unos momentos, Rex pensó que seguramente sus compañeros estarían preocupados por el. Revisó su manómetro y se dio cuenta que le quedaba poco aire había estado en el agua por 40 minutos y había hecho un esfuerzo para meterse contra la corriente dentro de la cueva. Se volteó y se dio cuenta que no estaba seguro por donde estaba la salida.

Había pateado con fuerza y había removido el fino sedimento que cubre el fondo de la cueva, reduciendo la visibilidad en el agua.

Rex se puso nervioso, pero comenzó a avanzar hacia donde el pensaba que había venido, convencido que vería la salida en la siguiente vuelta en el tunel. Nunca la encontró. Cuando los amigos de Rex se dieron cuenta que no estaba, inmediatamente comenzaron a buscarlo en la entrada de la cueva. El agua que salía de la cueva les dificultaba la búsqueda y además no tenían lámparas. Observaron que mucho sedimento salía de la cueva así que fueron por ayuda.

Tuvieron la esperanza de que encontraran a Rex en la superficie, esperándolos. Pero no estaba ahí. El cuerpo de Rex fué recuperado varios días después.

ANALISIS

Hay un dicho que dice que ver tu presion de aire bajar a cero no es una buena forma de pasar el resto de tu vida. Cada año hay buzos que aprenden esta terrible lección.

Rex cometió varios errores, pero ninguno peor que permitir que su ego y curiosidad tomaran el lugar del buen juicio y las decisiones correctas. El desobedeció el letrero de advertencia que decía que buzos habían muerto dentro de la cueva que estaba por entrar, y también desobedeció los letreros diciendo que no estaba permitido llevar lámparas.

Bucear en una cueva o en cualquier situación contecho requiere entrenamiento, práctica, experiencia y equipo especializado. En un curso de buceo en Cuevas, Rex hubiera aprendido a no entrar a un sistema de cuevas con tan solo medio tanque de aire y otras reglas con respecto al manejo del gas para respirar.
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El hubiera practicado el poner una línea de vida con un carrete para poder encontrar la salida. También hubiera practicado las técnicas de aleteo para evitar remover el sedimento del fondo. También habría aprendido que debe llevar una luz primaria y por lo menos una de respaldo, en caso de falla. Y por supuesto No habría entrado en la cueva en primer lugar sin un compañero

Fuente:
Eric Douglas

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Qué interesante relato, nos enseña que la curiosidad y el exceso de confianza son una mala combinación.

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